La oferta de cebollas locales está llegando a medida que nuevas zonas de producción, principalmente en el noroeste del Pacífico, se están poniendo en marcha.
"En general, nuestra oferta parece normal; hemos tenido la necesaria y creo que la situación es equilibrada”, dice Cameron Skeen, de Baker & Murakami Produce Company, sita en Ontario, Oregón, quien añade que mientras California ha terminado, las cebollas en Norteamérica provienen en su mayoría de los estados del Noroeste del Pacífico, incluyendo Idaho, Washington y Oregón. La oferta también proviene de Colorado, Utah y Míchigan.
En Treasure Valley, en Idaho/este de Oregón, donde se encuentra Baker & Murakami, Skeen señala que la cosecha de la empresa se ha adelantado en comparación a la cosecha del año pasado. "El año pasado no habíamos cosechado todavía, o habíamos cosechado muy poco, porque tuvimos un septiembre fresco y húmedo, lo que se hizo notable más tarde en la temporada de almacenamiento", explica. "Pero seguimos en los márgenes históricos por ahora".
El humo es preocupante
Dada la proximidad de los incendios forestales de California, Oregón y Washington, el humo de los incendios sobre los estados cercanos está resultando un poco problemático para la cosecha. "Parte del humo de las últimas semanas ha reducido el secado de las cebollas, por lo que se ha limitado algo la cosecha, que podría tardar entre una semana y diez días más de lo normal en algunos lugares", dice Rick Greener, de Greener Produce LLC, en Ketchum, Idaho.
Greener señala que con el comienzo de la nueva cosecha, las cebollas grandes son un poco más escasas. "El nuevo cultivo no suele tener las cebollas más grandes, como las de tamaño colossal o súper, al principio", explica. "El tamaño aparece después, por lo que, en las próximas semanas, deberíamos ver más disponibilidad de dichos tamaños". Dicho esto, Skeen cree que el calibre general podría disminuir ligeramente.
Al mismo tiempo, la demanda sigue siendo fuerte por parte de los retailers. "La demanda ha aumentado en los retailers y se mantendrá estable", comenta Skeen. Parece los tamaños pequeños todavía tienen tirón para los retailers. "Y a medida que en las diferentes zonas se abran más escuelas e instituciones, tendremos más influencia, dependiendo de la zona y de las restricciones por la COVID", agrega Greener. "Cada semana es diferente y te adaptas sobre la marcha".
Problemas con los camiones
Aunque el humo es un desafío que los productores enfrentan en esta temporada de 2020, no es el único problema. Encontrar mano de obra para la cosecha sigue siendo difícil, pero el transporte de camiones también está siendo una preocupación esta temporada. "Hay muy pocos camiones", señala Greener. Después del cierre de Railex's Cold Connect, transportista de almacenamiento en frío, los productores y transportistas están sufriendo el cierre del servicio. "Hay muchas más cargas que cubrir que antes, pues se han sumado las cargas que solía cubrir RailEx. Eso ha reducido un poco más la carga y debido a la falta de disponibilidad de camiones, las tarifas están aumentando semanalmente y a veces diariamente", continúa Greener. "Hay que planificar con anticipación. Para los paquetes de venta en los retailers, reservar camiones y productos es la clave ahora mismo".
Greener añade que ahora que los retailers están ofreciendo más productos básicos, es un reto reservar líneas y máquinas de embolsado de manera oportuna. "Si alguien quiere un camión para mañana y quiere bolsas para los retailers, normalmente no podemos cargar ese camión hasta después de dos o tres días", expresa Greener.
¿Cómo ha afectado todo esto a los precios? Son estables y mediocres. "Desearíamos que fueran mejores", concluye Skeen, y añade que el precio no es rentable para las cebollas amarillas gigantes. "Estamos en una posición en la que si tienes buena calidad, rendimiento y producción, entonces tienes una oportunidad, de lo contrario pierdes dinero, lo cual es lamentable".
La presente temporada de cebolla en el Perú ha sido inusual. Una mayor demanda interna y precios más altos que lo usual, favorecieron el mercado local. Todo lo contrario, ocurrió en el mercado internacional, donde no se observó el mismo resultado: la cuarentena, sumada a la implementación de protocolos restrictivos, ocasionaron una contracción de la oferta exportable.
De acuerdo con Roberto Monge, de KeyPeru, la temporada comenzó antes de lo normal, resultado del clima más húmedo y frío. Igualmente, el mayor consumo en el hogar y el menor servicio de alimentos aumentó la demanda minorista, lo que elevó el precio por encima del promedio habitual de los últimos años.
Es así que, desde agosto, en el mercado local el precio de la cebolla se cotizó en S/ 1.36 por kilogramo, 18% más que en 2019. Cabe mencionar que la cebolla roja fue la más valorizada, con un precio promedio de S/ 1.61 por kilogramo, 28% más que en 2019. En el caso de la cebolla blanca, el precio se cotizó en S/ 1.11 por kilogramo, 8% más.
Por el contrario, en el mercado internacional los principales países pagaron por la cebolla peruana S/ 1.55 por kilo, 12% más que en 2019. La cebolla blanca fue la más comercializada, con 98% de participación en los envíos, cuyo precio fue de S/ 1.55 por kilo, 12% más. En el caso de la cebolla roja, esta apenas alcanzó un precio de S/ 0.80 por kilo, 9% más.
Fuente: (Agraria.pe)
En el mercado mundial las cebollas argentinas tienen una participación aproximada del 1,5%. El Valle del Río Colorado se cultiva más del 50% de las cebollas que se consumen en el país gaucho y más del 80% se exportan a países del Mercosur.
Uno de los principales productores de esta industria en Argentina es la empresa ProArco Patagonia S.A, que fue creada en el 2002. Iniciaron labores como exportadores, siempre pensando en Brasil como gran consumidor de su producto. El primer año exportaron 11 camiones. El segundo año despacharon 86 camiones, el tercero ya como sociedad anónima cargaron más de 200 camiones hacia el exterior.
Holanda, principal productor y exportador de cebollas en el mundo, envía el producto a 160 países. De acuerdo con Pablo Ríos CEO de la compañía "Ellos llegan con un precio muy bajo porque tienen todo solucionado, desde la genética hasta la producción, la tecnología y la logística. El sistema logístico nuestro es muy difícil, por ejemplo, un camión cargado de cebollas a San Pablo desde la Argentina cuenta US$4000, y ellos por US$1000 dólares colocan la misma cantidad de toneladas en San Pablo". La realidad es que, a pesar de la diferencia entre las distancias, Brasil, Uruguay y el resto de países del Mercosur muchas veces optan por comprar cebolla holandesa puesta en puerto a un precio más bajo que las cebollas que envía Argentina en camiones.
La empresa exportó en el 2019 por US$ 4.800.000 y en lo que va del año llevan exportados US$1.800.000. Tienen expectativas de poder superar lo exportado en 2019. La empresa destina el 40% de su producción a Brasil, Chile y Uruguay.
Fuente: lanacion.com.ar
La temporada holandesa de cebollas de segundo año tuvo un comienzo lento este año. Mientras tanto, la demanda desde África está aumentando y se está a la espera de la apertura oficial del mercado senegalés, el mayor destino para las cebollas holandesas. "Pronto anunciarán cuándo se abrirá el mercado. En cuanto abra, las exportaciones finalmente despegarán", dice Eric Moerdijk, de la central holandesa de clasificación y envasado Monie.
ACTUALIZACIÓN Ayer, tras la entrevista, Senegal decidió abrir sus fronteras de inmediato con una cuota de importación de 125.000 toneladas hasta finales de diciembre.
Según él, varios factores han hecho que el comienzo de la temporada sea tan tranquilo. "En parte, los países europeos tienen suficiente producto de cosecha propia, donde los rendimientos son bastante buenos este año. Además, en parte debido al coronavirus, ciertos destinos que normalmente importaban cebollas tenían suficiente producto e incluso se sumaron a las exportaciones. Además, las tarifas de los contenedores eran muy altas".
"No se puede echar la culpa de todo a la crisis sanitaria, pero ha generado incertidumbre en todo el mundo. Por lo tanto, preveo que muchas empresas intentarán limitar sus riesgos y apostarán por el comercio a corto plazo. Estimo que la presión sobre el mercado aumentará, porque el precio está en un nivel bastante alto, dada la oferta. No obstante, si Senegal sigue demandando producto y la oferta permanece estable, también el mercado debería mantenerse estable".
"La recogida de las cebollas no supone grandes problemas este año, pero hay que elegir el momento adecuado. Hemos tenido algunas semanas de mucho calor en las que no pudimos hacer nada. Empezamos de nuevo a finales de la semana pasada. Pero, por lo general llueve por las tardes, así que tenemos que aprovechar las horas entre los aguaceros", dice el envasador.
"El rendimiento por hectárea de las cebollas de segundo año es bueno, no tanto de las primeras cebollas, pero sí de las cebollas tardías. El rendimiento de las cebollas de primer año varía mucho. No son volúmenes espectaculares, pero tampoco tan malos como hace dos años. No obstante, las diferencias son grandes y ciertamente en el suroeste del país hay muchas parcelas donde la cosecha decepcionará”.